En el sur de Tenerife existe un pequeño pueblo llamado Playa de San Juan que contiene un puertito donde es fácil ver una pequeña colonia de rayas (chuchos y obispos) ocultas siempre en la arena o buscando los restos del pescado que tiran por la borda los barcos diariamente.
Éstas se pasan el día buscando comida y jugando con los buceadores que pasamos por allí, dando vueltas y vueltas incansablemente alrededor de los que nos sumergimos en esas aguas llegando incluso a acercarse para que las acaricies o juegues con ellas.
Hoy domingo 1 de Marzo de 2020 pude volver a bucear allí allí ya que hacía meses que no lo hacía y comprobé que todo seguía igual, seguía siendo una inmersión tranquila pero con mucha vida.